De los cambios de estación

La bombilla parpadea en el techo con intermitencia, como el neón de un viejo motel, y no debería. La desenrosco casi con temor, me acuesto y luego no consigo dormir.

Me concentro en el silencio de la noche o mejor aún, en su ausencia. Duermo a ratos, me despierto con cada ráfaga de luz, con cada moto, con cada sirena a lo lejos. Sueño cosas sin sentido, como trozos de un cristal roto. Y la veo, allí a media distancia, en una playa lejana. El agua es clara, y la espuma se detiene antes de llegar a ella, la arena es fina y limpia.

Mi madre dijo que soy un buen hijo y un buen hermano, eso sucedió el otro día. Yo pude dormir tranquilo pues no sentía los rigores del verano. Los mosquitos si picaron no se sintió y el diablo respeto mi pobre alma. Quizás, tuvo que ser eso, tengo en la mesilla, escrito, El Credo al revés...

Caen las hojas del próximo otoño. Las calles antes vacías ahora apenas son transitables, la hojarasca cubre de nuevo las anchas aceras, el viento arrastra partículas y ya no llevo gafas. Es una pena que ya se fueron y los echaremos de menos, no hay cabida para las emociones en este negocio. Mis días son cruces en el calendario y como los arboles del otoño ahora soy de las últimas hojas que quedan sin desprenderse.

Como quiera que sea, he pensado que tal vez la bombilla no parpadeaba y que era otro retazo de un sueño, como el perro de presa ese que primero mordía mi mano y me infundía terror y luego, cuando ya estuvo domesticado, yo quería lanzarlo contra los enemigos de nosotros. Y que a ella nunca la encontré en la distancia porque no existía ese lugar mágico con aguas cristalinas y arena de color oro. Que los que se fueron siguen en su puesto y los volveré a ver el lunes a primera hora. Les diré: hola, ¿cómo vais? Y pelearemos como hacemos por el aire acondicionado. Y seré yo el que me vaya con las demás hojas del otoño más adelante. Y los árboles desnudos resistirán como siempre al invierno hasta mi vuelta. Y si el diablo respetó mi pobre alma no fue precisamente porque se recitar El Credo al revés sino porque mi madre dijo que soy un buen hijo y un buen hermano.

NIF

tEXTO ;D

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