Del mochuelo del olivo

ras aquellos episodios de polstergeist, de luces que se encendían en medio de la noche y  muebles que amanecían movidos de lugar ya no volvió a ocurrir nada extraño en la casa y yo no volví a sentir miedo durante la noche, salvo aquella vez que yo creí apagadas las luces de la cocina y amanecieron encendidas. Supuse entonces que era por mi mala cabeza y luego me volvieron a entrar las dudas...
Fue a mediados de aquel mes de noviembre cuando la conocí. Yo entonces era un recién llegado y ella estaba en la cúspide del sistema. He visto como rodaban las cabezas hasta chocar con los pies y las sillas quedaban vacías o como cuando ella misma cayó de cuajo en la noche   del espacio y su estela se resintió durante algún tiempo; para mayor gloria después. Era, en definitiva, una mujer luchadora y no el destape de las tías de FEMEN.
Por si fueran pocas experiencias, algunas madrugadas me sorprendía una joven roedor pasando por delante de mis pies. Con su descaro parecía que quisiera interponerme entre ella y los gatos. Iba yo pegado a los muros y de ahí, entre las sombras, surgía dando saltitos y pegando chillidos. No he sentido tanta grima desde la vez de los campos inundados de gusanos y que formando hileras avanzaban queriendo devorar el mundo. Si eso fue lo que sucedió después, eso nunca lo supe, pues tuve que poner miles de kilómetros entre medio y un océano.
Digo también aquí que el mochuelo ya no vive en el olivo como solicitabais, si acaso algo queda, como la castaña madura cuando se desprende, es el erizo y nada más. A petición de ustedes, abandonamos ahora el nido. Ya saben que vuestras peticiones son órdenes para nosotros. Si queremos un mundo mejor empezaremos por tomar el control absoluto de nuestras vidas y reformarla, habiendo dado antes una vuelta alrededor del vecindario; y ya libres de equívocos nunca más necesitaremos de vuestros sabios consejos. Agradecemos el interés mostrado y le brindamos un gran cariño de vuelta mientras lanzamos los sombreros al aire, los pajaritos cantan y las nubes se levantan.

Fin

tEXTO: D

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