Del cielo mil pétalos

Camino cabizbajo por aquel pastizal que me cubre por completo, tropiezo y caigo y ruedo. Me levanto mientras mi corazón se horroriza de mí. Avanzo entre las sombras. Las hojas y los árboles son demonios a los que nunca les ha llegado la luz. Deseo con fuerza que llegue el final, pero por este sendero nunca se llega a ninguna parte. Desde que abandone el camino de luz y me adentre en el oscurantismo todo cuanto ha existido es un largo camino hacia la nada.

Luego aquel calvero en el que al fin encuentro mi destino. Esperándome un formidable demonio sobre un vigoroso rocín. Allí me espera entre rojos vahos de humo y con sus ojos ensangrentados y brillantes. Sus cuernos y su cuello asemejan los de un toro y entonces soy consciente de mí. De mi cinto saco aquella varita que poseo. Parece ridícula la escena y me da por reír, me agacho y rio y en un momento me veo corriendo hacia mi contrario. La varita corre delante y el rocín carga contra mí. La espada de aquel monstruo brilla en la oscuridad dibujando una estela y por un momento corta el aire. Caigo y me fundo en las tinieblas, noto el tajo y la herida cálida y el corazón loco apagándose como tizón al que le han echado un jarro de agua fría. Luego todo se hace ausencia, eternidad.

Luz. Las tinieblas que me envuelven cada vez son más claras, creo incluso en la magia del día y en la posibilidad del mañana. Me siento como un retoño tierno abriéndose paso con su raíz. Y luego esa calidez, una fuente de calor que no asemeja a cualquier otra y ese perfume de ángel. Palpo la tierra en la que he vuelto a nacer, mi mano choca con un cuerpo que me resulta familiar y siento una alegría inmensa por la que descansa a mi lado...

tEXTO E IMAGEN :d

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