Fíjate en tí

Isaac Asimov, en un fragmento de su relato ‘Razón’ dice:
"—Fíjate en ti —dijo finalmente—. No lo digo con espíritu de desprecio, pero fíjate bien. Estás hecho de un material blando y flojo, sin resistencia, dependiendo para la energía de la oxidación ineficiente del material orgánico... como esto — añadió señalando con un gesto de reprobación los restos del bocadillo de Donovan—. Pasáis periódicamente a un estado de coma, y la menor variación de temperatura, presión atmosférica, la humedad o la intensidad de radiación afecta vuestra eficiencia. Sois alterables.
—Yo, por el contrario, soy un producto acabado. Absorbo energía eléctrica directamente y la utilizó con casi un ciento por ciento de eficiencia. Estoy compuesto de fuerte metal, estoy consciente constantemente y puedo soportar fácilmente los más extremados cambios ambientales. Estos son hechos que, partiendo de la irrefutable proposición de que ningún ser puede crear un ser más perfecto que él, reduce vuestra tonta teoría a la nada."

Este es el texto que se escucha como locución en uno de los mejores anuncios de BMW que he podido ver:
“Fíjate en ti.
No lo digo con ánimo de desprecio, pero fíjate bien.
El material del que estáis hechos es blando y su energía
depende de la oxidación ineficiente de la materia orgánica.
Entráis cada noche en un estado de coma y soñáis,
¿pero de que sirven los sueños si casi nunca se cumplen?
Pensáis, es cierto, pero os equivocáis frecuentemente
y a la menor variación externa perdéis vuestra eficiencia.
Sois alterables, sois imperfectos.
En cambio yo, preferiría sentir lo que sentís.”
En ocasiones, los publicistas consiguen hacer verdaderas maravillas, otras tantas solo consiguen anunciar un producto.

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