"Sangre entra, sangre sale"

En la fotografía se puede ver el torso desnudo de un joven yaciente en el suelo. Parece que duerme profundamente, como si de un niño se tratase, duerme con una sonrisa a medio esbozar en los labios, con el puño entrecerrado. A su alrededor el suelo esta ensangrentado, lleno de huellas y pisadas. Es una imagen dantesca la que produce el contraste del suelo duro y frío de las baldosas con la carne desnuda y tatuada de los brazos del muchacho, la sangre que surca su frente y las profundas heridas en cuello y párpados con la serenidad en el rostro.
Creo recordar que esta fotografía es un recorte de prensa de un reportaje que hablaba acerca de las guerras sangrientas entre maras, que se libran también dentro de los penales.
Me viene a la mente la imagen de su madre, que acaso todavía viva; y lo acuna entre sollozos en tanto que le reconoce. Piensa mientras lo acuna que ninguna madre debería abandonar el mundo después de sus hijos, y una lágrima serpentea por su cara en dirección a la comisura de sus labios, con obstinación, con la obstinación que solo conocen las madres, mientras su vientre se sesga, para que a este mundo no le caigan frutos en terrenos baldíos.

tEXTO: D \ fOTOGRAFÍA: fotografía a una fotografía

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