Una suerte de bitácora...

El día amaneció despejado, y en el frescor de la mañana, a punto de cumplirse el treinta y uno, con el arrullo de los pajaritos en la ventana y los rayos de sol filtrándose levemente por las cortinas de mi ventana, me dispongo a escribir. Allí ha quedado el poso de la taza donde me he tomado un café después de haberlo estado observando un momento e intentando interpretar sus designios, con poca azúcar, y su efecto vigorizante empieza a hacer efecto.

Ante todo quería agradecer las visitas de los lectores de este humilde blog que cada vez van siendo más numerosos, a los asiduos a esta morada desde allí en los confines del mundo y en ésta parte del globo en particular.
Ya son algunos años nutriendo de contenido éste bitácora. Alguna vez vuelvo sobre mis pasos y me asusto de la cantidad de asuntos que se tratan aquí, la cantidad de texto e imágenes que contienen. Y ese era el propósito del blog en principio, cuando lo inicié motivado por una suerte de rabia interna y decidí llegar a reunir el mayor número de palabras que pudiera, como un ejército inconmensurable de hormigas rojas; o mismamente el invariable número de granos de arena que caben en un reloj antes de darle la vuelta.
Todos estos estudios para con cada entrada han sido gratificantes, se puede decir que he viajado en el tiempo a través de los textos y de sus autores. En mi vida creí que con la literatura universal ya escrita no me haría falta leer a los autores de esta generación, y que para entender a estos últimos, sería de gran ayuda entenderlos a ellos antes; y ya no quiero leer nada que sea actual, sin antes haber buceado por el intraocéano. Ya habrá tiempo de decidir cuando llegue sus momentos que obras y que autores merecen el grado de universales, después de la gran criba.

 Lástima que no puedo actualizarlo tanto como me gustaría, sin duda me veo desbordado por el quehacer diario, con el trabajo, las obligaciones para con mi familia, en fin, que con tanto ajetreo uno no dispone de tiempo para si mismo. Siempre he tenido como primer objetivo la calidad del contenido, que los textos estuvieran bien escritos y que las imágenes a poder ser tuvieran la calidad suficiente, y que el lector en su busca no saliera defraudado. Desde aquí, no pretendo los anuncios o la publicidad, de eso hay en todos lados, es quizás ese aire altruista el que le da cierta genuinidad. Y aquí sigo, reconozco que cada vez es más angosto el pasaje, el círculo más cerrado, el estanque a punto de desbordarse por arriba, así que las fregonas no dan para secar y los cubos siguen llegando y llegando con más agua…

Gracias también a los que se toman un tiempo y dejan una nota, un comentario a su paso por aquí, no saben como se les agradece el gesto.

tEXTO :d

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