Factotum

“Eso era todo lo que un hombre necesitaba: esperanza. Era la falta de esperanza lo que hundía a un hombre. Recordaba mis días en Nueva Orleans, viviendo de dos barritas de caramelo de 5 centavos al día durante semanas con tal de no trabajar y tener tiempo para escribir. Pero el morirse de hambre, desgraciadamente, no ayuda a mejorar el arte. Solo era un impedimento. El alma de un hombre estaba radicada en el estómago. Un hombre podía escribir mucho mejor después de haberse zampado un buen solomillo de ternera y bebido medio litro de Whisky de lo que jamás podría hacerlo después de haber comido una barrita de caramelo a níquel. El mito del artista hambriento era una falacia. Una vez que te dabas cuenta de que todo era una falacia, conseguías la sabiduría y empezabas a sangrar y arder en llamas y a romper tu ser en explosiones. Yo construiría un imperio con los cuerpos fracturados y la vida de los hombres sin esperanza, mujeres y niños…Les impulsaría a todos ellos a lo largo de todo el camino. ¡Les enseñaría!
Estaba en mi pensión. Subí las escaleras hasta la puerta de mi cuarto. Abrí la puerta y encendí la luz. La señora Downing había dejado mi correo en el umbral.
Había un gran sobre marrón de Gladmore. Lo recogí, era pesado, contenía manuscritos rechazados. Me senté y abrí el sobre.
Estimado señor Chinaski:
Le devolvemos estos cuatro relatos, pero nos quedamos con 'Mi alma borracha de cerveza es más triste que todos los árboles de Navidad muertos en todo el mundo'. Hemos estado observando su trabajo desde hace tiempo y nos alegramos mucho de aceptar este relato.
Un abrazo:
Clay Gladmore

Me levanté de la silla sosteniendo todavía la nota entre mis manos, mi PRIMER texto aceptado. De la revista número uno de América. Nunca me había parecido el mundo tan hermoso, tan lleno de promesas. Caminé encima de la cama, me senté, me tumbé en el suelo, lo leí otra vez, estudié cada curva de la firma de Gladmore. Me levanté, llevé la nota hasta la cómoda, la apoyé allí. Entonces me desnudé, apagué las luces y me metí en la cama. No me podía dormir. Me levanté, encendí la luz, me acerqué a la cómoda y la leí de nuevo:
Estimado señor Chinaski…"

sINOPSIS\\ En esta novela autobiográfica de sus años de juventud, el autor nos describe la vida de su alter ego Henry Chinaski —saltando de un empleo a otro, todos sórdidos, duros, sin sentido, emborrachándose a muerte, con la obsesión de follar, intentando materializar su vida de escritor— y nos ofrece una visión brutalmente divertida y melancólicamente horrorizada de la ética del trabajo.
Se ha dicho de Bukowski que es el novelista atroz de la gran fauna urbana, de los desheredados, las prostitutas, los borrachos, los deshechos humanos del Sueño Americano.
Charles Bukowski (1920-1994) fue el último escritor “maldito” de la literatura norteamericana. Ha sido comparado con Henry Miller, Céline y Hemingway, entre otros autores, y ha inspirado numerosas películas como ‘Barfly’ de Barbet Schroeder y ‘Ordinaria locura’ de Marco ferreri.

cITA: 'Factotum' \ Charles Bukowski \\ iLUSTRACIÓN: Ángel Jové

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