El vuelo de la libelula

Esta anocheciendo en el llano y en las últimas horas del día todo  parece en calma. Hay tonos rojizos en el horizonte, enormes nubes de  algodón deambulan perezosas. El campo esta parcelado y las reses  pastan. Un rayito de luz se filtra entre las nubes y calienta  el cuerpo  de mi alazán.
Duermo durante largas horas y cuando despierto oigo el martillear de  las gotas de agua sobre las hojas, en algún lugar un rayo. Todo es  oscuridad y entonces un fogonazo cruza el cielo. Las reses siguen  tranquillas. El agua va horadando el camino y los puentes tendidos  sobre los ríos aguantan estoicos las aguas bravas.
Y entonces me doy cuenta de que no todo está perdido y que este  tictac somnolente hace avanzar el reloj hasta cerca de las seis. Y  cuando al fin llega el viernes el techo de la casa empieza a girar y dar  vueltas como un molinillo de papel, y la lámpara danza como la flor de  un tulipán mecida por el viento y vaciado de toda esperanza y espíritu  estallo en la nada como una burbuja.
Durante la semana ansío que los días se prolonguen hasta el fin y  disfrutar de cada instante, si una rafaguita de viento llega hasta mí,  entonces dejo de hacer lo que estaba haciendo. Si soy abeja dejo de  libar el néctar, si soy libélula me poso al borde del estanco, si soy  obrera, o soldado o reina me convierto en un zángano; tan solo para  poder observar.
Los amaneceres se convierten en alegres festivales improvisados y las  noches solitarias del coyote ya no se sienten tanto, ni el frio de los  témpanos en los albores del invierno. De lo que tenía he ido  desposeyéndome, recorriendo el camino inverso que me había traído  hasta aquí. Si antes me enorgullecía enormemente de los abalorios  que pesados y brillantes acompañaban mis manos ahora, por contra,  me parece que son peso innecesario que aliviar.
Todo sigue en calma, el alazán sin la brida sabe que la hora de partir  está al llegar, el gallo al amanecer hace un canto a la vida; zángano,  soldado, obrera y reina calientan el mismo panal; en el estanque la  libélula esquiva la muerte por un segundo y el sapo aún debe esperar…

FIN

tEXTO E IMAGEN :D

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