Series A (4/ )

Marie estaba allí, mirándome. ¿Podía seguir siendo desleal con una persona que lo hacía todo por mí? Empecé a sentirme incómodo, pero era imposible contarlo todo a no ser que encontrase una manera indirecta de decirle lo que sentía.
—Marie, supongamos que dos bomberos entran en un bosque a apagar un pequeño incendio. Al final, cuando salen y van a la orilla de un riachuelo, uno de ellos tiene la cara llena de ceniza y el otro está inmaculadamente limpio. Pregunta: ¿cúal de los dos se lavará la cara?
—Es una pregunta tonta: es evidente que será el que está cubierto de ceniza.
—Error: el que tiene la cara sucia verá al otro y pensará que está igual que él. Y viceversa: el que tiene la cara limpia verá que su compañero tiene hollín por todas partes, y se dirá a sí mismo:
—¿Qué quieres decir?
—Quiero decir que, durante el tiempo que pasé en el hospital, entendí que siempre me buscaba a mí mismo en las mujeres que he amado. Yo miraba sus caras limpias, lindas, y me veía reflejado en ellas. Por otro lado, ellas me miraban, veían las cenizas que cubrían mi cara, y por más inteligentes y más seguras que fuesen, también acababan viéndose reflejadas en mí y se creían peores de lo que eran. No dejes que eso suceda contigo, por favor.
tEXTO:‘El Zahir’ \ Paulo Coelho fOTOGRAFÍA: D

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