"Mientras descendíamos por el curso del rio juzgue que no conocía mayor peligro que caminar delante de un hombre nervioso armado con un fusil cargado; pero cambie de opinión cuando al caminar detrás de él se resbaló y cayó y vi hacia donde apuntaba la boca de su arma. Desde ese día - excepto cuando me acompañó Ibbotson -, me propuse firmemente ir solo a cazar animales cebados, porque si el compañero esta desarmado es difícil protegerlo, y si está armado resulta aún más difícil protegerse a uno mismo."tEXTO: Las fieras cebadas de Kumaon - Jim Corbett
La tigresa de Champawat
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario